jueves, 4 de julio de 2013

Un bello poema

Pasé de puntillas por tu casa
y ví tu sonrisa colgada en la puerta.
Tras ella oí los quejídos de la luna,
las risas del sol, los telares de seda,

la cuna que mecías de azafrán y canela.

Oiste mi silbido. - Pasa - me dijiste
- mi puerta está abierta.
Toma lo que quieras.

Y yo vacié tu casa entera.

Y me diste un pañuelo para mi noche en vela,
y a la orilla de la sombra lucía tu estrella,
es que ya no te acuerdas?

Ya no busques más, reina de las letras,
pues todo lo entregaste en bello poema.

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