viernes, 26 de julio de 2013

Entonces ...


Tornan los recuerdos de la edad temprana,
sendero de la blanca levedad de los lirios,
ensueños deshojados en margaritas sencillas. Entonces, el llanto era apenas un suspiro,
la negra soledad mera nube peregrina,
brevedad en la inmensidad azul.

Tornan los abriles desde el plácido capuz
de los goces infantiles, pues la vida
siempre migra a sus cándidos inicios.

Entonces, el silencio se llenaba de trinos,
de elfos los bosques, de ninfas los ríos,
de hermosas sirenas las ondas marinas.

Tornan tiernos ecos de la edad lejana,
ahora que camino entre zarzas y espinos,
solitario el sendero del tránsito final.

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