Hola. Se que no me conoces, y que yo no te conozco. Pero sólo quería decirte algo: sonríe.
Por ti mismo, o por algo o por alguien. Te lo mereces. Seas como seas.
Todos nos merecemos sonreír o reír. Se que algunas veces, será demasiado
complicado. A veces el mundo, se te vendrá abajo, y solo verás
oscuridad y dolor por todas partes. Pero recuerda, que siempre va a
haber algo por lo que seguir.
Ese pequeña manchita blanca en un infinito
negro. Esa minúscula chispa. Ese algo que te hace sentir que puedes con
todo. Quiero que sepas, que nunca debes de sentirte solo o sola. Que
quizá, aunque desees estarlo, no lo vas a estar. Por que hay gente que
te quiere, te apoya y siempre estarán ahí para sacarte esa maravillosa
sonrisa que tienes. Mírame. Tres, dos, uno… sonríe. ¿Ves? Es que tienes una sonrisa perfecta. Qué envidia. Me encantaría poder enseñársela todos los días al mundo.
Sólo una cosa más: nunca creas, que eres menos que alguien o que
algo. Por que eres perfecto. Tal y como sois. Sin excepciones. Con
vuestros defectos, vuestras virtudes, vuestros hoyuelos, vuestros ojos,
vuestras sonrisas, vuestro pelo. Perfectos de la cabeza a los pies. Y si
alguien alguna vez lo cuestiona, dile de mi parte que la envidia es muy
muy mala.
Que sí, que no nos conocemos, pero aún así, te quiero. Por ser como
tú eres. Y por tener la valentía de mostrarle al mundo hoy en día lo que
puedes conseguir.
¿Una última sonrisa? Porfis. Sí, definitivamente, tienes una sonrisa preciosa.
Bueno, esto se acaba, pero por favor, que no acaben nunca tus ganas
de seguir, tus ganas de sonreír, tus ganas de luchar por lo que quieres y
nunca dejes de quererte. Hazlo por mi y por toda la gente que te
quiere.
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