Te desprendes. Intentas que no se note, que el ambiente no se turbe y el aire no se agite, pero te vas. Igual que viniste, sigilosamente. En un instante cambias mi vida, la giras por completo. Me haces dudar de las
ideas que parecían más seguras, me haces llorar por las
palabras que más sonrisas escribieron en mis labios y me haces odiarte
por los besos que me hicieron entregarme. Impasible, ante el tiempo.
Inmutable, ante la distancia. Cada lágrima se perderá y nunca sabrás lo
que fuiste capaz de despertar en mí. Un trozo de luna nos guarda el
secreto. Una flor fue testigo de los te quieros. Un amanecer nos vio
despertarnos con las primeras brisas del
día. Y esa noche, sería la última que compartiríamos. Pero tranquilo,
solo fue un sueño, ahora despiértate y continúa alejándote porque aún te
siento cerca.
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